En general en esto existen muchas visiones.

Tradicionalmente, se pensaba que aprender inglés era una actividad de estudio, como se estudiaba la Física o la Matemática, o la Historial Universal; por ello, se le daba énfasis a la estructura y al estudio de la gramática.

Recientemente, se ha venido a enfatizar el enfoque comunicativo, que el aprendiz sea capaz de comunicarse en inglés. Otro enfoque que se encuentra vigente es el del estímulo.

Según este último, aprendemos otro idioma cuando somos capaces de entender lo que se nos dice (listening comprehension), luego seremos capaces de imitar y de expresar, hablarlo (speaking).

Además, algunos educadores piensan que adoptamos el idioma cuando somo capaces de “levantarlo”, osea que seamos capaces de usarlo de forma natural.

Para esto es muy importante recibir mucho estímulo, en este caso, en inglés: escuchar y leer (listening y reading) mucho en la primera fase; luego en una segunda fase intensificar el habla y la escritura.

Una gran manera de aprender muy rápido es hacer inmersión total por algún periodo largo, cerca de un año, en un país en donde el inglés es la lengua oficial. Pero esto no siempre es posible, por su costo en tiempo y dinero.

Actualmente, existen muchos programas con mentores dedicados y material de apoyo que en gran parte ayudan con la inmersión y el estímulo, que logran resultados muy buenos en un periodo razonable de tiempo.

Aconsejamos consultar con un asesor experto en esto, antes de invertir tiempo y dinero en cursos y programas, estos pueden variar mucho en enfoque, objetivo, intensidad, calidad educativa, entre otros.